2023-2024 Yearbook

283 “I am profoundly grateful for the privilege of participating in this transformative program, one that has not only enriched my academic and professional journey but also nourished my spirit,” Ramos said. Dr. Michael Claxton, an English professor, shared his thoughts on the Walton Scholars. “I have had Walton students in my classes every semester for the past 20 years, and it is a joy to work with them,” Claxton said. “Their hard work ethic, their enthusiasm for education, and their commitment to make a difference back home after graduation has always inspired me. They are my students and also my friends.” . The Walton Scholarship Program has changed the lives of thousands of people, not only the recipients themselves, but also their families and countries. Since the beginning of the scholarship, several alumni have founded companies in their home countries that create jobs and help promote economic growth. A great example of this is Benjamin Lopez, a computer science major from Nicaragua who graduated in 2009. In 2013, Lopez founded OOQIA, a software company that now has over 60 collaborators. Just like Lopez, several Walton Scholars have helped their home countries in many ways, which fulfills the primary goal of the scholarship. Empowered by the opportunities afforded by WISP, Walton Scholars emerge as influential leaders within their communities. Junior Angie Rodriguez Gomez from Honduras exemplifies this transformation. “Thanks to the Walton Program, I have become a skilled professional and a strong leader of faith,” Gomez said. “Providing me with numerous opportunities to grow and develop on campus, the program has completely transformed my life.” The selection process for the Walton Scholarship is rigorous and challenging. Applicants must meet certain GPA and other background requirements. They submit a video and an essay so that the committee gets to know them better. Applicants go through several tests and interviews. Being selected for the Walton Scholarship is more than just grades; it’s about the students’ commitment to their community, leadership, and motivation to improve their countries. The last step of the process is an interview with the three directors of the scholarship from the three universities. This academic year the directors of the program from the three universities traveled to Central America and Mexico to conduct the interviews in person, but during the COVID-19 pandemic, the interviews were conducted virtually. Dr. Nicky Boyd was the director of the Walton Scholarship Program at Harding from its beginning. He came to Harding as an assistant basketball coach and then coached golf for some time and later became the director of the Walton Scholarship. He has worked at Harding for 41 years; 28 as the director of the program. Now, Boyd is an international student adviser, helping international students with legal matters in the United States. Going back in time, Boyd comments about how in the first years of the scholarship, every university interviewed the applicants on their own, and it was not very structured. The Walton Foundation used to be small, but now it is more structured. WISP has evolved significantly, Boyd says. The first classes used to have a lot of students from Belize, as English is their official language. Meanwhile, in other Central American countries learning English was mainly a privilege; now, there are several opportunities such as scholarship programs that allow kids from low-income families to learn English for free. Boyd, thinking about the first generation, talked about a lady from Guatemala who came to Harding not knowing a lot of English. She stayed with Boyd’s “Estoy profundamente agradecida por el privilegio de participar en este programa transformador, que no sólo ha enriquecido mi trayectoria académica y profesional, sino que también ha alimentado mi espíritu”, declaró Ramos. Dr. Claxton, profesor de inglés, comparte su opinión sobre los Walton Scholars: “He tenido estudiantes Walton en mis clases cada semestre durante los últimos 20 años, y es un placer trabajar con ellos. Siempre me ha inspirado su ética del trabajo duro, su entusiasmo por la educación y su compromiso de marcar la diferencia en su país después de graduarse. Son mis alumnos y también mis amigos”. comenta Claxton. El Programa de Becas Walton ha cambiado la vida de miles de personas, no sólo de los propios beneficiarios, sino también de sus familias y países. Desde el inicio de la beca, varios exalumnos han fundado empresas en sus países de origen que crean puestos de trabajo y ayudan a impulsar la economía de forma significativa. Un gran ejemplo de ello es Benjamín López, un bachiller en Ciencias de la Computación de Nicaragua que se graduó en 2009. En 2013, López fundó OOQIA, una empresa de software que ahora cuenta con más de 60 colaboradores. Al igual que López, varios becarios Walton han ayudado a sus países de origen de muchas maneras, lo que cumple con el objetivo principal de la beca. Gracias a las oportunidades que les brinda el WISP, los becarios Walton se convierten en líderes influyentes en sus comunidades. Hondureña Angie Rodríguez Gómez ejemplifica esta transformación. “Gracias al Programa Walton”, reflexiona Gómez, “me he convertido en una profesional cualificada y en una fuerte líder en la fe. Al proporcionarme numerosas oportunidades para crecer y desarrollarme en el campus, el programa ha transformado mi vida por completo.” El proceso de selección para la beca Walton es riguroso y exigente. Los aplicantes deben cumplir determinados requisitos de promedio académico y otros antecedentes. Presentan un vídeo y un ensayo para que el comité pueda conocerlos mejor. Los solicitantes pasan por varias pruebas y entrevistas. Ser seleccionado para la Beca Walton es algo más que las notas; se trata del compromiso del estudiante con su comunidad, su liderazgo y su motivación para mejorar sus países. El último paso del proceso es una entrevista con los tres directores de la beca de las tres universidades. Este año académico los directores del programa de las tres universidades viajaron a Centroamérica y México para realizar las entrevistas en persona, pero durante la pandemia de COVID-19, las entrevistas se realizaron virtualmente. Dr. Nicky Boyd fue el director del Programa de Becas Walton en Harding durante varios años. Llegó a Harding como entrenador asistente de baloncesto y luego entrenó al equipo de golf durante algún tiempo y más tarde se convirtió en el director de la Beca Walton. Ha trabajado en Harding unos 41 años, y 28 como director del programa. Ahora, Boyd es asesor de estudiantes internacionales, a los que ayuda con asuntos legales en Estados Unidos. Volviendo atrás en el tiempo, Boyd comenta cómo en los primeros años de la Beca, cada universidad entrevistaba a los solicitantes por su cuenta, y no estaba muy estructurado. Antes la Fundación Walton era pequeña, pero ahora está más estructurada. WISP ha evolucionado mucho, afirma Boyd. En las primeras clases solía haber muchos estudiantes de Belice, ya que el inglés es su lengua oficial. Mientras tanto, en otros países centroamericanos aprender inglés era principalmente un privilegio; ahora, hay varias oportunidades como programas de becas que permiten a los niños de familias con bajos ingresos aprender inglés gratis. Boyd, pensando en la primera generación, habló de una becaria de Guatemala que llegó a Harding sin saber mucho inglés. Se quedó con la hija de INTERNATIONAL SCHOLARSHIP PROGRAM Dr. David Burks with Sam Walton. Walton chose Harding as one of the schools to be a part of the Walton International Scholarship Program. Photo from UCM Archives

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